La sesión de retrato con un fotógrafo de perros puede ser en el estudio (con fondo blanco y/o negro), en tu casa o en exteriores (tienen un recargo por desplazamiento).
La sesión se plantea como un juego para ellos, en la que se le ofrecerán ‘chuches o pienso’ y juguetes para conseguir captar su atención.
Si es en el estudio, al llegar le ofreceré un vol con agua fresca. Le quitaremos los collares y le dejaremos unos minutos de libertad para qué paseé libremente por el estudio y chafardeé a su antojo, para coger confianza.
Realizaremos fotos en diferentes actitudes, planos y posiciones.
También realizaremos fotos contigo, para que vea que tú estás cómodo/a y confiado/a y si te gustan también puedes escoger alguna foto juntos.
Al terminar la sesión, escogeré las mejores fotos y te enviaré un enlace a una página web privada y protegida por contraseña, para que puedas marcar la o las fotos escogidas. Aquí verás las fotos en baja resolución, con marca de agua y en baja resolución para poder escoger.
Las fotografías escogidas pasarán un proceso de retoque básico.
Si el tiempo de la sesión o la cantidad de fotos escogidas superan las opciones escogidas y ya pagadas antes de la sesión, tendrás un enlace para poder abonar la diferencia.
Retoque básico: pequeñas imperfecciones como legañas, rasguños, polvo, cicatrices, manchas, limpieza de dientes, resalte de ojos y pelaje, etc. (para retoques avanzados se aplicará un coste adicional).
Para las fotos con los dueños, el retoque básico también está incluido.